jueves, 24 de julio de 2014

La felicidad es una cuestión de actitud positiva frente a la vida

La felicidad es un término que tiene muchas acepciones. Para algunas personas es el dinero, la profesión, la familia o el trabajo, en cualquiera de los casos se tiene la idea de que viene de algo material. Sin embargo, muchos desdeñan la idea de que proviene de la paz interior y del regocijo experimentado en la vida.

“La felicidad es un estado de conciencia, esa sensación que experimentamos cuando nos sentimos a gusto con nosostros mismos, con lo que hacemos, con el lugar donde estamos y con las personas que compartimos. Esa paz y regocijo que se siente en ciertos momentos de la vida”, así explicó Maytte Sepúlveda durante el Primer Congreso Internacional de la Felicidad realizado en La Paz.

La conferencista aseguró que no se puede estar eufórico las 24 horas del día, porque cada ser humano reacciona de diferente manera frente a determinadas circunstancias. Considera por esta razón que es importante el crear, construir y educar para buscar ese balance con mayor facilidad y rapidez, para no quedarse atrapado por mucho tiempo en emociones negativas.

Sepúlveda afirmó que muchos individuos tienen distintas ideas de lo que es la felicidad, algunos, por ejemplo, la buscan en el afecto, en la compañía, en la aprobación de los otros y en estos casos se le estaría dando poder a terceros, sobre la propia felicidad o bienestar, y ésta es la razón para que sea difícil el experimentarla.

“La felicidad es una elección, yo puedo elegir ser feliz ahora si me conecto con todo lo bueno y agradable que tengo en este momento. Caso contrario elegir ser infeliz buscando una cantidad de cosas negativas que me afectan y me molestan, dicha alternativa nos libera y permite realmente autoconducirnos”, enfatizó.

La felicidad es una decisión propia, pese a que algunas personas opinan lo contrario y se encuentran esperando a que las cosas cambien, a que suceda algo de manera externa ajena a su voluntad y trabajo personal, esto tal vez nunca suceda, pero ellos se quedarán siendo víctimas de esa negatividad.

“Una gran lección que aprende el adulto es que debe asumir la responsabilidad de su vida, que es el único responsable de lo que le pasa en relación con las circunstancias y los otros, pero al final es nuestra decisión el seguir o apartarse y el ser participativo es lo que hace la diferencia”, explicó Sepúlveda.

GÉNERO

Cuando uno se pregunta si las mujeres o varones logran alcanzar ese balance que les permite vivir la felicidad la mayor parte del tiempo, la respuesta tal vez sea muy relativa, pues cada persona tiene sus propias características y vivencias que la hacen reaccionar de una manera o de otra.

“No es una cuestión de género, sino de personalidad, aquellas personas que aprendieron a sufrir en la infancia porque vieron padecer a sus figuras afectivas, tendrán la tendencia a sentirse víctimas por todo, a diferencia de las que aprendieron a que las cosas pasan, se aprende de ello y que tienen solución”, expresó Sepúlveda.

Es muy importante lograr la reconciliación con cada etapa de vida, que muchas veces es necesario el perdonar, aceptar, aprender y crecer y entonces surge la pregunta que las personas deben plantearse a solas: ¿Qué vamos hacer para que nuestra vida sea distinta?

“De pequeños somos susceptibles de ser afectados por la dinámica familiar, si se nace en un hogar donde hay amor, donde las situaciones difíciles se enfrentan y se resuelven como una enseñanza para todos, es más fácil la conexión con la felicidad. En cambio, en familias con hogares desestructurados por falta de amor u compromiso, valores que se están perdiendo, pues definitivamente va a ser más difícil”, dijo la especialista.

ACTITUD

Sepúlveda aseguró que entre un 60 a 70 por ciento de la felicidad depende de la actitud con la que se afronta una determinada situación y, de hecho, uno se da cuenta cuando un suceso puede ser una tragedia para uno y para otro simplemente la búsqueda de una solución.

“Si bien la actitud es muy importante, la base es el autoestima, el saber que puedo, que soy capaz, que tengo derecho, que estoy dispuesto a hacerlo para conseguirlo. La suma de estos elementos es lo que produce una buena actitud ante la vida”, explicó la conferencista.

La forma más sencilla de dejar escapar esta felicidad es preocuparse por todo, el anticiparse o suponer lo que puede suceder de una forma negativa, el quedarse apegados al rencor, el experimentar el egoísmo y la envidia, cualquiera de estos elementos nos aleja del bienestar personal.

Hace pocos días se realizó un Congreso Internacional de la Felicidad organizado por el Gobierno Municipal de La Paz que contó con experimentados conferencistas de Argentina, España, Estados Unidos, México, Venezuela y Bolivia, quienes se reunieron con el propósito de tratar este tema para mejorar la calidad de vida de esta región.

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