domingo, 18 de agosto de 2013

¿SON BUENAS LAS EMOCIONES NEGATIVAS?

Mientras lea La actitud mental positiva: un camino hacia el éxito puede ver claramente que las emociones, los sentimientos y los pensamientos negativos son perjudicia- les para el individuo. Sin embargo, ¿son éstos positivos algunas veces? Sí, las emociones, los sentimientos, los pensamientos y las actitudes negativas son buenas... en el momento adecuado y en las circunstancias adecuadas. Porque lo que es bueno para la especie del hombre es bueno para el individuo. Está claro que, en el proceso de la evolución, los pensamientos, los sentimientos, las emociones y las actitudes negativas protegían al individuo. De hecho, estas características negativas impidieron la extinción de la especie humana. Y estas características negativas de una persona, al igual que las fuerzas negativas de una barra imantada, repelían con eficacia las fuerzas de los poderes negativos de otras. Eso es lo que ocurrió. Y como se trata de una ley universal, seguirá ocurriendo. Ahora bien, la cultura, el refinamiento y la civilización, al igual que el propio hombre, han ido evolucionando también a partir de un estadio primitivo Y, cuanto más culta, refinada y civilizada es una sociedad o ambiente, tanto menos necesario resulta que el individuo eche mano de sus características negativas. En cambio, en un ambiente negativo y hostil, una persona con sentido común utilizará dichas fuerzas negativas con una AMP para combatir el mal con el que se enfrenta. Sin embargo, dado que usted vive en un país con leyes destinadas a proporcionar el máximo bien al mayor número de gente; dado que los derechos del individuo se hallan protegidos; y dado que pertenece usted a una sociedad y ambiente de cultura, refinamiento y elevada civilización, estos pensamientos, sentimientos, emociones y pasiones negativas que están latentes en su interior y que proceden de su pasado no son ahora necesarios para resolver los problemas que el hombre primitivo no podía resolver de otro modo. Porque él era la ley de sí mismo. Y la ley del individuo se ha supeditado a la ley de la sociedad en su propio beneficio. Vamos a aclarar estos conceptos. Tomemos la ira, el odio y el temor como ejemplos. 
IRA Y ODIO. La justa indignación contra el mal es una forma de ira y odio. El deseo de proteger la propia nación atacada por un enemigo o el deseo de proteger al débil contra el ataque criminal de un loco para salvar una vida humana es una cosa buena. Tener que matar para ello, en caso necesario, constituye un ejemplo de la peor forma de los sentimientos y emociones negativas empleada para conseguir un propósito meritorio. En nuestra sociedad, el patriotismo de un soldado o el cumplimiento del deber de un agente de policía se consideran virtudes. 
TEMOR. En toda nueva experiencia y en todo nuevo ambiente, la naturaleza le protege de un posible peligro, poniéndole sobre aviso a través de cierto asomo de temor. Puede usted tener la certeza de que la persona más valerosa experimentará, en un nuevo ambiente, una sensación que será un sentimiento cons- ciente o subconsciente de timidez o temor. En caso de que advierta que los temores le son perjudiciales, la persona con AMP neutralizará la emoción negativa indeseable, sustituyéndola por otra positiva.

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