jueves, 29 de agosto de 2013

Halla el equilibrio de tu campo magnético

La técnica de equilibrio del campo magnético (EMF balancing Technique) permite conectar todo nuestro sistema nervioso y rodear nuestro cuerpo. Estas conexiones se dan gracias a fibras y circuitos de luz que se extiende a 60 cm fuera del organismo (imagen).

A esta anatomía de energía se le denomina entramado de calibración universal. Se trata de nuestra conexión con la fuente ilimitada de energía de luz exterior, explica la profesional acreditada de Fases I-XIII Raquel Royuela Ortega.

El objetivo de someterse a esta práctica es la de despejar, equilibrar y aumentar el flujo en nuestro propio campo energético, dando la posibilidad de que se abran tantos circuitos como sean posibles hacia el denominado entramado universal. La especialista señala que en el campo de energía del que hablamos se encuentra codificada toda la información de lo que somos como humanos y como seres espirituales.

“Hay unos discos en las fibras que almacenan la información referente a nuestra historia, experiencias que hemos vivido en esta vida, aquello que traemos de nuestra genética y también las huellas energéticas de experiencias fuertes de otras encarnaciones”, explica Royuela.

Además guardan toda la carga emocional no resuelta, traducida en miedos, preocupaciones, frustraciones, relaciones desequilibradas y otros.

Esta información nutre nuestros pensamientos, emociones y, por ende, es responsable de nuestros desequilibrios físicos, que son los que debemos aprender a controlar.

La especialista trabaja en el balancing a través de movimientos tipo Tai Chi y órdenes o decretos sobre el campo de energía para liberar esta información que nos limita: por ejemplo, el temor de caminar una calle vacía si hay perros, porque quizá tenemos registrado un incidente parecido en nuestro pasado.

Además, la técnica sirve para activar aquella energía que nos apoya desarrollando potenciales y habilidades. Por ejemplo, si tenemos la capacidad de dibujar, cantar o bailar, porque así lo hacía nuestro abuelo, esto incrementa nuestro nivel vibratorio por lo tanto nuestra capacidad de atracción. “El paciente se recuesta sobre una camilla y cierra los ojos tratando de relajarse para responder algunas preguntas que se le hace de ser necesario, porque previamente debe contarnos su problema, su historia y lo que busca”, subraya.

Aunque ningún estímulo externo es necesario, Royuela, que se formó en esta técnica en Argentina, prefiere poner música muy suave y algo de incienso para yudar a la persona “a conectarse consigo misma”.

La técnica tiene 13 fases de trabajo. En cada una de ellas se abordan distintos aspectos de la persona. Cada una de las sesiones puede durar hasta una hora y media y tiene un costo de Bs 180. Las primeras cuatro son la base de esta terapia.

Algunos beneficios

La técnica te libera de bloqueos emocionales, te da equilibrio psíquico y mental, reduce el estrés, la depresión y la ansiedad. Favorece a la concentración. Aporta en la paz interior, permite soltar patrones de dependencia y tomar la responsabilidad.

13 sesiones

La frecuencia de las 13 sesiones depende de las necesidades que tenga la persona, ya sea dos veces por semana, cada dos meses o como se vea conveniente para poder controlar el desequilibrio. Esta sesión ayuda también a salir del victimismo.

No hay edad

Puede someterse a esta experiencia cualquiera que desee beneficiarse para tratar tanto problemas físicos como emocionarles o mentales, desde un recién nacido (que llora mucho o está asustado, por ejemplo) hasta una persona adulta.

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