domingo, 11 de agosto de 2013

ESTIMULESE A SÍ MISMO Y A LOS DEMÁS CON EL INGREDIENTE MÁGICO.

¿Cuál es el ingrediente mágico? Un hombre, en particular lo encontró. He aquí su historia. Hace algunos años, este hombre, un próspero fabricante de cosméticos, se retiró a la edad de sesenta y cinco años. A partir de entonces, los amigos le organizaban cada año una fiesta de cumpleaños y, en cada una de aquellas ocasiones, le pedían que les revelara su fórmula. 
Año tras año, él se negaba amablemente; no obstante, al cumplir los setenta y cinco años, los amigos volvieron a rogarle, medio en broma y medio en serio, que les revelara su secreto. «Habéis sido tan maravillosamente buenos conmigo a lo largo de estos años que os lo voy a revelar -les dijo-. Mirad, aparte las fórmulas utilizadas por otros fabricantes de cosméticos, yo añadí el ingrediente má- gico. «¿Cuál es el ingrediente mágico?», le preguntaron. «Jamás le prometí a una mujer que mis cosméticos la harían hermosa, pero siempre le di esperanza.» ¡El ingrediente mágico es la esperanza! La esperanza es un deseo con la expectativa de obtener lo que se desea y la creencia de que ello puede obtenerse. 
Una persona reacciona conscientemente a lo que para ella es deseable, creíble y alcanzable. Y también reacciona subconscientemente al impulso interior que le induce a actuar cuando la sugestión ambiental o la autosugestión desencadenan los pode res de su subconsciente. Su respuesta a la sugestión puede provocar una obediencia directa y neutral o bien, por el contrario, una acción en relación con un símbolo específico. En otras palabras, puede haber distintos tipos y grados de factores de estímulo. Todos los resultados obedecen a una causa determinada. Todos sus actos son el resultado de una causa determinada... de sus motivos. La esperanza, por ejemplo, estimuló al fabricante de cosméticos a crear un próspero negocio. La esperanza también le estimulará a usted.

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