W. Clement Stone estaba efectuando un recorrido por
Asia y el Pacífico en calidad de uno de los siete ejecutivos representantes de la National Sales Executives
International. Un martes, Stone pronunció una conferencia sobre el tema del estímulo ante un grupo de
hombres de negocios de la ciudad australiana de Melboume. El jueves siguiente por la mañana, recibió una
llamada telefónica. Era de Edwin H. East, director de una empresa que vendía armarios metálicos.
El señor
East estaba muy emocionado. « ¡Ha ocurrido algo maravilloso! ¡ Se mostrará usted tan entusiasmado como yo
cuando se lo cuente!»
«Cuéntemelo. ¿Qué ha ocurrido?»
«¡Algo asombroso! El martes pronunció usted una conferencia acerca del estimulo. En su charla, recomendó
usted diez libros de inspiración.
Yo compré Piense y hágase rico y empecé a leerlo aquella noche. Me pasé
varias horas leyéndolo. A la mañana siguiente, empecé a leerlo de nuevo y después escribí en una hoja de
papel: "Mi principal objetivo concreto es duplicar este año las ventas del año pasado."
Y lo más curioso es que
lo he conseguido en cuarenta y ocho horas.»
«¿Cómo lo ha conseguido? -le preguntó a East el señor Stone-, ¿Cómo ha conseguido duplicar sus in-
gresos?»
East contestó: «En su conferencia acerca del estímulo, usted nos contó cómo Al Alien, uno de sus ven-
dedores de Wisconsin, trató de vender sus productos recorriendo toda una manzana. Dijo usted que Al haía
tenido suerte porque había trabajado todo el día in conseguir ni una sola venta.
«Aquella noche, dijo usted, Al Alien desarrolló un descontento inspirador. Decidió visitar al día siguiente a
los mismos clientes y potenciales y vender más pó lizas de seguros en un solo día que cualquiera de los demás
agentes de su grupo en una semana.
»Nos contó usted cómo
Al Alien recorrió de nuevo toda la misma manzana de casas. Visitó a las mismas
personas y vendió 66 nuevas pólizas de seguros contra accidentes. Recordé sus palabras: "Algunos pueden
pensar que eso no se podía hacer, pero... Al lo hizo". Yo le creí. Estaba dispuesto.
«Recordé el mecanismo de autoarranque que usted nos había indicado: ¡ HAZLO AHORA!
»Me dirigí al fichero y analicé diez cuentas "muertas". Preparé lo que previamente me hubiera parecido un
programa excesivo con el fin de presentarlo a cada uno de los clientes. Repetí varias veces la frase de
autoarranque: ¡ HAZLO AHORA ! Y después llamé a los diez clientes con una Actitud Mental Positiva y con-
seguí ocho grandes ventas. ¡ Es asombroso... auténticamente asombroso... lo que puede conseguir un ven-
dedor que utilice la fuerza de una AMP!»
Edwin H. East estaba dispuesto cuando oyó hablar del estimulo.
Prestó atención al mensaje que era aplicable
a su caso. Estaba buscando algo. Y encontró ese algo. Nuestra intención al contarle esta historia es que preste
atención porque usted también ha leído la historia de Alien, pero tal vez no haya comprendido de qué manera puede
aplicar este principio a su propia experiencia. Edwin H. East lo comprendió. Y usted también puede comprenderlo:
puede aplicar los principios de cada historia que se presenta en La actitud mental positiva: un camino hacia el
éxito.
Ahora, sin embargo, queremos que se aprenda el mecanismo de autorraque del ¡HAZLO AHORA!
A veces, la decisión de actuar inmediatamente puede convertir en realidad sus más descabellados
sueños.
Es lo que le sucedió a Manley Sweazey.
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