miércoles, 21 de agosto de 2013

Bipolaridad, el punto que oscila entre la euforia y la depresión



Es común escuchar que tildan a alguien con el adjetivo de bipolar, pues se ha convertido en un término que se usa para descalificar a una persona y no falta quien piense que se trata de un mal que está de moda. El siquiatra Ronald Jiménez, director del Centro de Salud Mental “Blanca Añez de Lozada”, explica que la bipolaridad es una enfermedad que afecta hasta el 2% de la población, pero que se puede tratar para controlar sus síntomas.

¿De qué estamos hablando?
El trastorno bipolar es una grave enfermedad del cerebro y según la bibliografía especializada proporcionada por el doctor Jiménez, los pacientes que sufren este mal también se llaman maniaco depresivos. “A veces se sienten felices y animados y mucho más activos que de costumbre, esto se llama manía. Y a veces están muy tristes, muy deprimidos y nada activos, esto se llama depresión”.
Es necesario comprender que no se está hablando de los altibajos normales que experimentan todas las personas, pues los “síntomas bipolares son más potentes, pueden dañar las relaciones entre parejas e interrumpir una actividad estable, ya sea laboral o de estudios.

¿A quiénes afecta?
El trastorno bipolar puede desarrollarse en personas que tengan el mal en sus genes, pues es una enfermedad hereditaria y en otras que presenten anormalidad en la estructura y función de su cerebro.
Hasta la fecha, los estudios para conocer las causas de la bipolaridad indican que estas no son claras.

Los síntomas
Los cambios de estado de ánimo se llaman episodios anímicos. Las personas pueden tener episodios maníacos, depresivos o mixtos. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Un maníaco puede sentirse muy alegre, nervioso, alterado o ansioso. Habla muy rápido de varios temas distintos. Está inquieto, irritado o sensible. No puede relajarse o dormir. Cree que es capaz de de lograr todo lo que se propone, gasta todo su dinero, hace cosas arriesgadas.
Mientras que en el episodio depresivo, el afectado se siente extremadamente bajoneado y triste. No se concentra, tiene olvidos frecuentes, no se divierte, es poco activo, no puede dormir, piensa en la muerte o en el suicidio.

Edades
El doctor Jiménez señala que esta enfermedad puede afectar a pacientes de todas las edades, incluidos los niños, los adolescentes y también a adultos mayores.
El siquiatra indica que es un mal que no se puede abordar fácilmente, pues los pacientes no admiten que están enfermos y que sus síntomas pueden ser confundidos. Por ejemplo, un bipolar puede ser alcohólico, entonces se trata el alcoholismo y no se piensa en la bipolaridad; en el caso de los niños, se piensa que son hiperactivos y en el de los ancianos se corre el riesgo de confundir su mal con las características de la senilidad.

Niños y adolescentes
Cuando afecta a los pequeños, se llama trastorno de bipolaridad de aparición temprana y puede ser más grave del que aparece al final de la adolescencia o en la adultez.
En los niños y adolescentes los síntomas también se manifiestan con estados de ánimo extremos, unos días están felices y llenos de energía y otros, completamente deprimidos, culpabilizados y con mucha ansiedad que se puede traducir en comer demasiado o no tener hambre.

Drogas
Jiménez precisa que las personas bipolares son más propensas al consumo exesivo de alcohol o drogas, lo que complica su cuadro. Y en general, en sus episodios maníacos son propensas a situaciones extremas que les ponen en riesgo, como conducir a altas velocidades, gastar todo su dinero en un momento, apostar, en el caso de los adultos, puede darse la promiscuidad y estas conductas afectan directamente sus relaciones familiares, laborales y de pareja.

Hay tratamiento
Todavía no existe una cura para esta enfermedad, pero sí se puede controlar. Jiménez explica que para esto es urgente la preparación de los familiares, pues ellos pueden observar los síntomas de los afectados y comunicar a un médico. Cuando el paciente acepta tener un tratamiento, los familiares serán los que se encarguen de hacerlo cumplir rigurosamente. Los especialistas señalan que no será fácil, y la familia tiene que tener paciencia y debe aprender cómo detectar un cambio anímico para para evitarlo con la ayuda del médico y de los medicamentos

Existen dos tipos de bipolaridad
LOS TIPOS
Bipolar I, con este tipo algunas personas tendrán solamente fases maníacas, pero la mayoría se sumirá también en periodos de depresión. Bipolar II, presenta fases maníacas moderadas llamadas hipomaníacas.

Algunas personas sufren de trastorno bipolar durante años antes de que alguien lo sepa. Esto se debe a que los síntomas bipolares pueden confundirse con otros problemas. Los familiares y amigos pueden no darse cuenta de que los síntomas son parte de un problema mayor.
Un médico puede creer que se trata de esquizofrenia o depresión.

Los que sufren el trastorno bipolar
a menudo tienen otros problemas de salud y esto también dificulta un diagnóstico adecuado. A esta situación se suma en muchos casos el abuso de sustancias, los trastornos de ansiedad, disfunciones en la tiroides, problemas cardíacos y obesidad. Por estas razones es bueno buscar información y ayuda profesional.






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