En estos momentos, ya debería estar usted en
condiciones de extraer los principios de los ejemplos concretos y de establecer relación con ellos, asimilarlos y
utilizarlos. Estamos de acuerdo con el almirante H. G. Rickover a propósito de las verdades fundamentales que
contiene su afirmación:
Entre los jóvenes ingenieros a los que entrevistamos, pocos son los que han adquirido fundamentos y
principios a través de su adiestramiento en ingeniería; la mayor parte de ellos ha absorbido, en cambio, gran
cantidad de datos... mucho más fáciles de aprender que los principios, pero de muy poca utilidad sin la
aplicación de éstos. Una vez se ha adquirido un principio, éste se convierte en parte de uno mismo y
no se olvida más. Puede aplicarse a problemas nuevos, y no se queda anticuado tal como suele
ocurrir con los datos en una sociedad cambiante... (de Educación y libertad, de H. G. Rickover).
Aprenda los principios. Aplíquelos. Si no hace progresos satisfactorios en la consecución de sus objetivos,
¡busque el «algo más»! ¡Es posible que se trate de algo conocido o bien desconocido. Pero usted lo
encontrará si dedica el tiempo necesario a estudiar, pensar, planificar y buscarlo.
Este capítulo sería incompleto sin una referencia a la Fuerza del Hábito Cósmico. Utilice la Fuerza del
Hábito Cósmico: es uno de los 17 principios del éxito. El concepto de la Fuerza del Hábito Cósmico es
muy fácil de entender. Porque es el nombre que hemos dado al poder aplicado de cualquier principio o
ley natural o universal, conocido o desconocido.
La Fuerza del Hábito Cósmico puede definirse simplemente como el uso de la ley universal, tanto si
usted la conoce como si no.
Es fácil comprender, por ejemplo, que, cuando un objeto cae al suelo, se está aplicando la ley de la
gravedad. Y, por consiguiente, cuando usted desea que un objeto caiga desde una determinada altura,
utiliza la Fuerza del Hábito Cósmico. Y, en este caso concreto, la ley de la gravedad.
Sin embargo, la ley de la gravedad, o cualquier otra ley, no es en si misma un poder. No obstante,
cuando usted utiliza adecuadamente el principio, el poder se emplea de acuerdo con la ley universal.
Y así, la desintegración del átomo, todos los inventos, todas las fórmulas químicas, todos los
fenómenos psíquicos, todas las acciones y reacciones individuales -ya sean de carácter físico, mental o
espiritual son el resultado de la utilización de la ley natural. Porque todos los resultados obedecen a una
causa. Y el resultado se consigue mediante la utilización de la Fuerza del Hábito Cósmico.
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