domingo, 14 de julio de 2013

¿TIENE USTED UN PROBLEMA? ¡ESTUPENDO! - VII

Sin embargo, no todos los problemas de la vida personal son de carácter tan profundo y penetrante. Muchas veces, lo único que hace falta para afrontar un problema inmediato es rapidez de pensamiento, capacidad de adaptación y echar un vistazo suplementario a la situación que está provocando el problema. A menudo basta una idea, seguida de la acción, para convertir el fracaso en éxito. Basta una idea, seguida de la acción, para alcanzar el éxito allí donde otros han fracasado. En 1939, en la North Michigan Avenue de Chicago, en un sector conocido como «La Milla Magnífica» el alquiler de oficinas atravesaba un mal momento. Un edificio tras otro tenían las plantas vacías: el que conseguía alquilar la mitad de los locales se consideraba afortunado. Era un mal año para los negocios y la AMN se cernía sobre el sector inmobiliario de Chicago como una nube. Se oían comentarios tales como: «De nada sirve poner anuncios, no hay dinero», o «¿Qué podemos hacer? No se puede luchar contra los tiempos». En medio de aquella sombría atmósfera, apareció un administrador de fincas con una AMP. Tenía una idea. ¡Y entró en acción! Aquel hombre fue contratado por la compañía de seguros Northwestern Mutual Life Insurance con el fin de que administrara un gran edificio de la North Michigan Avenue que había adquirido gracias a un juicio hipotecario. Cuando el hombre se hizo cargo del mismo, el edificio estaba ocupado tan sólo en un diez por ciento. Al cabo de un año, la ocupación era del cien por cien, con una larga lista de espera. ¿Cuál fue el secreto? El nuevo administrador aceptó el problema de la falta de demanda de despachos como un reto y no ya como una desgracia. He aquí lo que hizo, según él mismo explicó en el transcurso de una entrevista. Sabía exactamente lo que quería. Quería tener ocupado el edificio al cien por cien con arrendatarios de categoría selecta. Sabía que, dadas las circunstancias imperantes, era probable que los despachos tardaran varios años en alquilarse. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que teníamos todo que ganar y nada que perder, haciendo lo siguiente 
1. Buscaría a posibles arrendatarios adecuados, elegidos por mí. 
2. Estimularía la imaginación de cada potencial arrendatario. Le ofrecería los despachos más preciosos de la ciudad de Chicago. 
3. Le ofrecería aquellos despachos de calidad superior por un alquiler no más elevado que el que en aquellos momentos estuviera pagando. 
4. Además, asumiría la responsabilidad de su actual arriendo, siempre que nos pagara el mismo alquiler mensual durante un año. 
5. Además de todo eso, me ofrecería a redecorar de nuevo el despacho sin coste alguno para él. Utilizaría a arquitectos y decoradores con mentalidad creativa y remodelaría los despachos de mi edificio de acuerdo con el gusto personal de cada nuevo arrendatario.

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