Ahora bien, hablando en general, los problemas que tendrá usted que afrontar serán de tres clases: pro-
blemas personales (emocionales, económicos, mentales, morales, físicos) ; problemas familiares; y proble-
mas comerciales o profesionales. Puesto que los problemas personales son los que con carácter más inme-
diato experimentamos todos nosotros, nos gustaría contarle la historia de un hombre que se enfrentó con los
más graves problemas que un ser humano pueda tener. Mientras lea la historia, observe de qué manera aplicó
la AMP a la solución de cada una de las dificultades hasta alcanzar la victoria definitiva.
Afrontó el desafío de cambiar con una AMP en la penitenciaría de Leavenworth. Aquel hombre había nacido
en la pobreza. Mientras cursaba estudios primarios, vendía periódicos y hacía de limpiabotas en los bares de la
zona portuaria de Seattle para ayudar a su madre en los gastos de la casa. Más tarde se convirtió en grumete
de un carguero de Alaska durante los mes de verano.
Al finalizar los estudios superiores a los diecisiete años,
se fue de casa. Se convirtió en uno de aquellos vagabundos que se desplazaban en tren de un lugar a otro de
los Estados Unidos.
Sus compañeros eran hombres curtidos. Empezó jugar y se asoció con gentuza... con los hombres de la
llamada Legión de la Frontera. Los soldados de fortuna, los fugitivos, los contrabandistas, los cuatreros Y
gentes por el estilo eran sus compañeros. En México se incorporó a las fuerzas de Pancho Villa. «Uno no
puede estar cerca de estas actividades ilegales sin conocerlas, aunque no tengas nada que ver con ellas -dijo
Charlie Ward-. Mi error fueron los malas compañías. Mi mayor pecado fue asociarme con gente mala.»
De vez en cuando ganaba elevadas sumas en el juego, pero después las perdía. Al final fue detenido por
contrabando de narcóticos, procesado y declarado culpable. Y, sin embargo, a lo largo de toda su vida, Charlie
Ward sostuvo su inocencia de la acusación por la que había sido condenado. Tenía treinta y cuatro años
cuando ingresó en Leavenworth. Jamás había estado en la cárcel, a pesar de las malas compañías. Y se sintió amargado. Juró que ninguna prisión iba a ser lo suficientemente fuerte como para retenerle y aguardó la
oportunidad de escapar.
¡Pero entonces ocurrió algo! Charlie decidió cambiar su actitud de negativa a positiva. Afrontó el desafío de
cambiar con una AMP. Algo en su interior le dijo que dejara de ser hostil y que se convirtiera en el mejor
recluso de la prisión. A partir de aquel momento, toda la corriente de su vida empezó a fluir en la dirección que
le era más favorable. Gracias al simple cambio de una Actitud Mental Negativa a una Actitud Mental
Positiva, Charlie Ward empezó a ser dueño de sí mismo.
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