jueves, 25 de julio de 2013

La caldera de agua hirviente: Técnica eficaz para disminuir recuerdos dolorosos

No hay cosa más desagradable que el conjunto de recuerdos negativos en los que fuimos ofendidos, lastimados o heridos emocionalmente que se mantienen en nuestra memoria y que van apareciendo en nuestra conciencia por libre asociación.

Aprender a reconocer la diferencia entre una imagen mental y una imagen del mundo externo es de vital importancia para poder realizar los cambios en las submodalidades o detalles de las imágenes mentales.

La mayor parte de los seres humanos vivimos atrapados en la ignorancia de este hecho y como consecuencia, vivimos sufriendo por el pasado que es sólo memoria y que en muchos casos ya ni existe; conocer esta propiedad sirve también para deshacerse de la conducta “celos” que produce tanto daño en las relaciones de pareja y en las relaciones matrimoniales.

Toda imagen mental puede ser cambiada o modificada cuando se conocen sus características o componentes esenciales.

Las imágenes mentales tienen elementos visuales, elementos auditivos y elementos sensoriales o cenestésicos y se parecen mucho a las imágenes de la realidad externa; sin embargo, son sólo imágenes que se pueden modificar una y otra vez si se conoce el concepto correcto de que son sólo imágenes y de que no son la realidad.

Busque un recuerdo medianamente molesto, tómese unos instantes para encontrar el archivo correcto, una vez que tenga su recuerdo medianamente desagradable, tomando conciencia de que es sólo una imagen mental, proceda a imaginar una caldera con agua caliente y proceda a echar el líquido caliente e imaginario sobre su imagen desagradable, note cómo, desde el

primer momento la imagen mental se modifica, luego que perciba este fenómeno, debe recorrer dicha imagen un metro hacia su derecha, donde imaginará un tacho de basura y luego proseguirá echando agua caliente sobre el recuerdo hasta que se vuelva muy pequeño y se introduzca en dicho tacho.

Una vez concluido el ejercicio podrá revisar su sentimiento y podrá notar cómo ha cambiado.

Esta es la estructura básica del ejercicio: se debe evocar un recuerdo doloroso o desagradable y verter agua caliente desde una caldera imaginaria sobre la totalidad del recuerdo. Las submodalidades “húmedo” y “caliente” bastan para modificar la forma del recuerdo doloroso, el traslado del recuerdo hacia nuestra derecha y luego su reducción hacia el basurero mental indican a la mente inconsciente el hecho de que se está finalizando esa experiencia y que ya no es necesario proseguir con su evocación.

*Sería bueno que vuelva a leer con atención y con buena voluntad el artículo y una vez que lo haya entendido bien, proceder a hacer el ejercicio con todos sus recuerdos dolorosos y ofensivos que hayan en su memoria, los resultados le dejarán sorprendido.

*Mensaje: Sus comentarios por internet son siempre bienvenidos.

*Palabras del autor:”Por cada recuerdo doloroso o negativo que procese nuevas cantidades de vitalidad regresarán a su individualidad”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario