martes, 16 de julio de 2013

El daño invisible del pesimismo

Se sabe que los estados de ánimo en los chicos cuando están en la etapa de crecimiento son cambiantes. No obstante, algunos son víctimas del pesimismo. "Esto puede ser a raíz de los cambios que están pasando o a la crianza que reciben", señala la psicología Mariela Jiménez. Mientras que para la psicopedagoga Ruby Toledo, de Integral-Mente, esta actitud puede significar no poder enfrentar los problemas de la vida. Sin embargo, si es optimista, "se sabe que con el esfuerzo necesario vamos a poder solucionarlos y vamos a lograr nuestros objetivos y deseos", señala la profesional.

No los deja ser feliz. Toledo señala que una persona pesimista ve el vaso vacío y de la rosa solo las espinas. "Es saber que tenemos la fuerza y capacidad necesarias para sobreponernos a cualquier dificultad y lograr una vida plena y feliz", destaca. Mientras que Jiménez indica que los padres deben ayudar a sus hijos para que suban su autoestima, siendo uno de los factores que influyen para que ellos "más que pesimistas, se sientan desmotivados".

Una actitud inservible. Toledo señala que el ser pesimista puede significar el rechazo de las personas, ya que no es agradable estar con una persona que nunca vea nada bueno ante los hechos de la vida y que siempre dude de los actos, intenciones o comportamientos de los demás. Además, subraya que en general no tienen la capacidad de disfrutar, de sentirse queridos o de poseer alta autoestima. "Suelen tener personalidades ansiosas y depresivas, y poseen ciertos rasgos obsesivos", señala.

Creen que no pueden. Muchas de estas personas tienen dificultades a la hora de recibir halagos y reconocimientos, fijar objetivos reales y que no estén por encima de sus capacidades y sentirse orgullosas de algún logro o meta obtenida. Lamentablemente algunos niños se crían en ambientes donde el pesimismo es una regla; eso pasa cuando los padres limitan a sus hijos, los condicionan siempre mostrándoles sus debilidades o defectos.

¡Cuidado! no lo convierta, recomienda integral mente

Se trata de alentarlos, no de agredirlos verbalmente. Recuerde que los hijos solo son reflejo de los progenitores, la actitud que ellos tengan en la vida, será la que vean y aprendan de usted. Si este niño crece escuchando que sus virtudes son pobres e insuperables, piensa que no tiene arreglo y vive creyéndolo. La profesional agrega que todo lo que le digan a sus hijos, es ley para ellos, los marca de por vida, así como las palabras que algún día nuestros padres lanzaron en momentos de furia, en momentos de motivación, esas palabras viven en una personalidad que acompaña el día a día. "Siembra en tu hijo positivismo, optimismo, seguridad en sí mismo", concluye la profesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario