jueves, 20 de junio de 2013

La nostalgia extrema afecta cada vez a más adultos

La nostalgia afecta y puede ser un problema. Es el caso del futbolista español Jesús Navas, quien dejó de jugar para la selección española por encontrarse en tratamiento para curarse de esta patología. Pero Navas no es el único: su condición afecta a un número sorprendente de adultos. El deportista ha sufrido por muchos años una añoranza tan severa que le impedía estar tiempo fuera de Sevilla, su ciudad. Sus ataques de ansiedad lo obligaron a faltar a viajes de entrenamiento y giras de pretemporada. Ahora se dice que ha superado su melancolía gracias a la terapia. Está por dejar el Sevilla para unirse al Manchester City -en Inglaterra, a más de 2.500 km de su ubicación actual- la próxima temporada.

Pero en tiempos donde el trabajo se ha globalizado, hay muchos adultos que todavía sufren por estar lejos de casa.

La nostalgia en adultos está comúnmente asociada a estudiantes que se van de sus casas por primera vez. Investigadores sugieren que en algún momento hasta un 70% la sufre. Aunque en la medida que más personas emigran a grandes ciudades -e incluso a otro lado del planeta- se ha vuelto un sentimiento compartido por muchos.

Pánico, pesadilla e insomnio. El traslado a otro país puede ser sobrecogedor, particularmente si no hablas el idioma. De acuerdo con la psicóloga, Caroline Schuster, la añoranza puede tener síntomas similares a la depresión. Según la experta, en casos extremos, puede convertirse en ataques de pánico, y también puede resultar en una exclusión social, falta de sueño, pesadillas y problemas de concentración. Schuster explica que casi cualquier cosa puede desencadenar la añoranza: un olor, un sabor e incluso un color.

De Homero a nuestros días. "La gente puede experimentar melancolía por mudarse a otra calle", comenta el psicólogo social Gary Wood. Todo se trata de cómo se maneja el cambio. Cambiarse a lugares nuevos implica tener menos "puntos de anclaje", agrega Wood, y "algunas personas toleran esta ambigüedad (en sus vidas) mejor que otras".
Referencias literarias sobre la añoranza son tan antiguas como la Odisea de Homero. Pero la terminología moderna fue acuñada en el siglo XVII para describir el sentimiento de los mercenarios suizos, quienes anhelaban su tierra mientras luchaban en otras partes de Europa.

La tecnología doble filo. La tecnología moderna puede limitar este aislamiento, permitiendo un contacto casi constante con las personas que amas donde sea que estén. Pero estos programas, como Facebook y FaceTime, también pueden exacerbarla. "Skype y Facebook son excelentes herramientas para mantenerse en contacto con toda la gente que extrañes de casa", señala Watson. "Pero al mismo tiempo, ver a la gente que quieres, la comodidad de las casas que extrañas, fotos de tiempos felices - de alguna manera te lo restriega y te puede hacer sentir peor".

Luchando contra la añoranza. La Universidad de Cambridge afirma que los factores que contribuyen a este sentimiento incluyen la distancia de casa, una sensación de anticlímax, sobrecarga de trabajo, dificultades familiares y el cambio de estilo de vida. Y recomienda aceptar que se sufre nostalgia. Hablar con alguien, ya sea un amigo o consejero, mantenerse en contacto con quienes dejaron atrás, motivar a amigos y familiares que visiten, rer realista sobre lo que se espera de esa nueva vida y comer y dormir bien entre otros ayuda. Schuster explica que la gente necesita construir "redes de apoyo" cuando vive en un lugar. Y en casos muy extremos someterse a terapia de comportamiento cognitivo.

Por su parte, Wood recomienda a las personas que sufren nostalgia escribir cada noche tres cosas de las que están agradecido, así como tres cosas que esperan con gusto para el día siguiente con el objetivo de que vean la parte positiva del día.

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