jueves, 6 de junio de 2013

El poder de los triunfadores está en la concentración

La mente de cada persona tiene un poder como el sol, emite energías en todas las direcciones. Sin embargo, para poder aprender y para hacer cualquier actividad con éxito y con excelencia, es necesario saber enfocar la mente en un solo punto, en un solo blanco y en una sola acción que podrá repetirse las veces que haga falta.

La relajación de las tensiones que hay en nuestros músculos y en nuestra mente es un elemento indispensable que coadyuva al proceso de enfocar el rayo de la atención de la mente, en un solo tema durante el tiempo que decidamos mantenernos en este estado de concentración y de enfoque mental.

Para aprender a concentrarnos en un solo tema, lo primero que debemos hacer es sentarnos, cerrar los ojos y proceder a realizar un ejercicio de relajación muscular, luego, para profundizar este estado de calma, realizar la respiración 2-8-4 (dos segundos-inhalación; ocho segundos retención; cuatro segundos exhalación lenta) y hacer sólo tres respiraciones de este tipo pues son muy potentes en su proceso de carga y recarga de energía vital.

Una vez que haya conseguido entrar en un estado corporal y mental más relajado, proceda a preguntarse: ¿Cuál es la idea en la cual quiero concentrarme?, luego vuelva a relajar los brazos, cierre los ojos y espere su respuesta, tómese unos instantes para ir captado o percibiendo los detalles o pormenores de las ideas que van llegando de su mente subconsciente, piense en esas ideas que está recibiendo de su mente profunda y anótelas si con eso las puede capturar.

Los beneficios que se obtiene del aprendizaje del método de la concentración mental son múltiples y variados, vamos a una lista descriptiva para que podamos formarnos una idea clara acerca de estos beneficios.

Se aprende a relajar los músculos estresados del cuerpo; se aprende a descansar la mente y a dejarla en estado de paz y quietud, eliminando toda sensación de nerviosismo o de inquietud; se aprende a elegir cualquier tema que se quiera desarrollar y profundizar y se lo puede hacer con una pasmosa facilidad. Cuando se tiene el entrenamiento adecuado, se obtiene un placer

enorme de poder vencer las distracciones que nos impiden concentrarnos en temas que a veces nos parecen difíciles o abrumadores; las personas que se han trancado con sus tesis, de pronto adquieren un método para volver a avanzar a pasos lentos, pero seguros hacia la conclusión victoriosa de su profesionalización.

Los estudiantes con problemas de atención dispersa encuentran placer en concentrarse, en aprender a tomar notas y al confeccionar sus propios mapas mentales cuando están en clases y aprenden a ser responsables con sus deberes escolares.

La práctica del poder de concentración nos permite ir dándole a nuestro cuerpo la relajación que tanta falta le hace para no entrar en estados de fatiga, agotamiento, estrés o abúlica apatía, y nos permite a su vez, tratar cualquier problema y concentrarnos en su análisis y en su respectiva solución.

Para activar el poder de la concentración hace falta producir una programación del subconsciente y esta programación solo se la puede hacer en estado profundo de relajación también conocido como estado de trance; cuando se hace así los resultados que se obtienen son sorprendentes.

*Afirmación: ”El carácter puede ser reprogramado”.

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