miércoles, 19 de junio de 2013

Disfrutá de las cosas pequeñas y cotidianas

Moderá tus exigencias. Una búsqueda ansiosa de mayores satisfacciones puede conducirte a la pérdida del equilibrio interno que facilite el acercamiento hacia la verdadera alegría. Por eso, procurá vivir con intensidad el presente, aprendiendo a disfrutar de las cosas pequeñas y cotidianas.
Andar lamentándose por algo que se ha roto, por el estado del clima, por un robo, solo te hará perder tu tiempo. Aprendé a aceptar lo irremediable, ya que una actitud de protesta por algo que no tiene solución, solo te privará de la alegría de vivir.
En la actividad cotidiana se ve reflejada nuestra vitalidad, capacidad y creatividad. Procurá disfrutar de lo que hacés, transformá las obligaciones en oportunidades de expresión y búsqueda de motivos para estar alegre.

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