“Hasta una patada en el trasero te empuja hacia adelante”, leía en una de las oficinas de la empresa y analizábamos la frase trabajando el tema de motivación con los alumnos de la universidad cuando veíamos la película “En busca de la felicidad”.
Todo depende de la actitud con la que analicemos los sucesos y estemos dispuestos a procesarlos. Todos dicen que las cosas ocurren por algo y el ser negativo o el ser positivo es una decisión personal. Las adversidades o dificultades son parte de los procesos para llegar al éxito.
Este tema me recuerda a la historia de papá cuando un hombre le decía: “doctor yo quisiera ser como usted, ganar lo que gana y tener el tiempo para descansar o estar con la familia”. Papá le respondió muy sabiamente que era muy difícil y que si realmente lo deseaba solo tenía que inscribirse a la facultad, estudiar seis años, después hacer un año de trabajo en provincia, luego cuatro años de especialidad en el exterior y trabajar 32 años como él y podría tener lo mismo. El hombre, ante esta respuesta, se dio cuenta que no era tan fácil.
Esta historia me gusta mucho porque los seres humanos somos particulares para envidiar o desear lo que los demás tienen, nunca estamos agradecidos por lo que tenemos o hacemos, no nos damos cuenta que lo que hoy nos acompaña es simplemente el fruto de nuestras decisiones buenas o malas.
Viene a mi mente también una alabanza cristiana que dice hoy te está permitido odiar, cuando habla de que siempre existirán personas que te dirán que lo que sueñas no es posible o sólo te desaniman. Creo que en ese sentido no sólo hay que odiar el negativismo, sino hacerse el sordo para no escuchar lo que no nos edifica o construye.
Mientras haya vida siempre existirá esperanza.
"Los seres humanos somos particulares para envidiar lo que otros hacen o tienen, nunca estamos agradecidos por lo que somos capaces de hacer"
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