viernes, 5 de abril de 2013

La ansiedad es enemiga de la mujer

Una de las posibles causas está asociada a los cambios hormonales que se presentan durante las etapas del ciclo femenino. Por ejemplo en la premenstrual se acentúan los trastornos de ansiedad, presentándose un menor control de impulsos y por consiguiente de emociones.

Reconozcamos también que las mujeres que se encuentran bajo mucha presión, sea de índole familiar, laboral, sentimental, etc, tienden a enojarse más fácilmente, a deprimirse, a desarrollar ansiedad y, por consiguiente, a perder la paciencia. Tampoco olvidemos que la personalidad es trascendental, ya que algunas mujeres viven las circunstancias de la vida de manera más intensa, más impulsiva, descontrolada y hasta arrebatada.

Para que te analices y veas si eres ansiosa
La mujer ansiosa aspira a ganarse a la velocidad de la luz en todo lo que hace, no es capaz de disfrutar de nada, pues mientras hace algo ya se está preocupando por otra cosa. Se preocupa demasiado por el día de mañana, nunca tiene pensamientos positivos, siempre se plantea los peores resultados o desenlaces.

Cuando obtiene algo o logra una meta, no la saborea más que un ratito, pues de inmediato se interna en otro ‘asunto’ que la ocupa y preocupa. Padece de enfermedades gástricas, musculares, cefaleas, tiene trastornos alimenticios (se le da por comer en exceso o no come nada). Compra compulsivamente y luego se da cuenta que tiene un montón de cosas inútiles almacenadas.

Cómo enfrentar la ansiedad
Un buen antídoto es desarrollar la paciencia. Para eso es necesario aprender a observar más detenidamente qué sientes y piensas, y por qué. De esa forma reconocerás esa debilidad en tu vida y decidirás actuar para un verdadero cambio. La tarea no es fácil, pero podemos decidir desarrollar la paciencia así como cualquier otro hábito o virtud.

Comencemos por no tratar de resolver las cosas de forma desesperada, pues podríamos estar tomando decisiones equivocadas. La esencia de la paciencia es entender que todo tiene un momento. El tiempo transcurre y aunque a veces pareciera tardar, no debemos perder los ‘estribos’, cordura y tampoco la calma mientras esperamos.

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