miércoles, 26 de diciembre de 2012

Disfruta tu derecho a descansar

Qué importante es comprender que todos tenemos derecho a unas vacaciones, sobre todo en esta época. Sin embargo, a veces, sin darnos cuenta nos convertimos en máquinas de trabajar y, con el paso del tiempo, comenzamos a vivir para trabajar, cuando el objetivo original era otro: trabajar para vivir.

Querida amiga, hoy quiero invitarte a que pienses en que todo el esfuerzo que haces como trabajadora, como madre y como ama de casa requiere, de tiempo en tiempo, una pausa y en que, con tu esfuerzo y sacrificio, te has ganado unos buenos días para despejar la mente. No tienes idea de cuán saludable es para ti que dejes la computadora, la escoba y los pañales por unos días.

Entiendo que muchas veces el sentido de responsabilidad nos lleva a no tomarnos ese respiro porque sentimos culpa, porque creemos que deberíamos seguir produciendo, organizando o cuidando de la familia, pero también es importante que comprendas que te has ganado esos días de libertad.

Quizás pienses que vacacionar requiere de un alto presupuesto, para ti o para toda tu familia, pero no es así. Con un poco de creatividad e imaginación, estoy más que seguro de que puedes —y pueden, si decides hacerlo en familia— pasar unos días diferentes, interesantes y divertidos.

Nuestra ciudad de La Paz tiene, por ejemplo, varios lugares de descanso que implican viajes cortos y no demasiado costosos (Copacabana, Coroico, Zongo, Sorata, etc.) También están aquellos lugares para visitar durante el día, como Mallasa, Achocalla y el mismo Parque Urbano Central. Si tu presupuesto te lo permite, piensa en lugares más lejanos y vete a alguna ciudad o país vecino.

El punto está en salir de la rutina, en compartir momentos de calidad con tu familia, en darte un espacio para pensar, para renovarte y para descansar del día a día.

Si lo que te preocupa es el trabajo, recuerda que es sólo eso: trabajo. La empresa debe encontrar la forma de llenar el espacio que dejarás cuando pidas vacaciones. Considera este tiempo para que tus superiores tomen conciencia de lo importante que es tu trabajo en la institución. Sobre este punto, es muy importante también que conozcas que la ley te da ese derecho y que no existe motivo para que te lo quiten.

Al pasar de los años, la vida se resume en recuerdos y suele ocurrir que esas fotos del día de campo, del viaje familiar o de la visita a la prima de Cochabamba suelen ser aquellas que mejor grabadas se quedan, no sólo en la cabeza, sino también en el corazón.

Querida amiga mía, la vida se resume en dos días y hay que disfrutarlos. No esperes al próximo año y, antes de pensar en “¿para qué?”, piensa en “¿por qué no?”. ¡Lánzate de una vez! Espero que, a mediados de enero, yo reciba muchas cartas de amigas contándome lo divertidas que fueron sus vacaciones y que tú seas una de ellas. ¿Te animas?

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