Por el hecho de pensar y recordar que siempre hemos vivido en familia, creemos que ésta es aburrida y que los papás en general, son una molestia y un enfado para el espíritu y la prueba de esa creencia supuesta se puede apreciar en el trato que se dan entre los diferentes miembros de la familia en la cual se van reservando la gentileza y la amabilidad solo para los amigos y demás gente extraña, pero para los aburridos de los papás y hermanos, solo hay expresiones de molestia y desagrado.
Cuando se aprende a tomar conciencia del valor real de lo que es la familia y el hogar, llegamos a darnos cuenta de que el trato que damos a los demás define la felicidad o la infelicidad de la familia; por otra parte, el entender que la familia es un don temporal y no eterno nos puede hacer pensar que sería bueno aprender a disfrutar de este regalo del cielo que para que funcione solo se debe recordar las intenciones originales con las que se fundó dicha familia y los hijos deben recordar que es el lugar donde mejor uno se debería comportar.
Las creencias equívocas que tienen algunos hijos respecto a sus padres hace que quieran tratarlos como a personas proveedoras y nada más sin darse cuenta que de ellos, de una u otra forma, solo ha llegado amor, sustento, atención y mucho cariño que en muchos casos ya se ha olvidado.
Cuando comenzamos a tratarnos como enemigos o como simples extraños vamos perdiendo el sentido de nuestra propia vida pues la familia está para unir y no para separar; es importante que reaprendamos o que tomemos la decisión de aprender a tratarnos con amor y en el marco de la sinceridad y de la buena voluntad, de lo contrario, la separación llegará y la vida seguirá su curso, pero cualquier camino que no sea el amor y la buena voluntad llevará a una vida vacía e insípida donde la conciencia y el recuerdo de no haber hecho lo que se debió hacer en su tiempo nos perseguirá por el resto de nuestra vida.
La familia como una pequeña y completa sociedad contiene todos los elementos para desarrollar y aprender, además tiene la cualidad de permitir que cada uno de sus miembros experimente dicha y felicidad cuando cada cual sabe hacer lo que tiene que hacer y lo hace; el trato correcto, sincero y adecuado es la clave, debemos evitar la comunicación negativa y violenta pues esta no debería usarse nunca ni en el hogar ni fuera de él; deberíamos promover la comunicación feliz, inofensiva y divertida y piense usted querido amigo o usted querida amiga si su familia fuera una familia de enanitos y solo visualice esa imagen que solo es una imagen mental, ¿cómo se vería usted si fuera pequeñito?¿Cómo se vería usted si fuera tan pequeñita?¿Cómo sería su voz?¿Qué carácter tendría?¿Cómo vestiría?¿Cómo sería la comunicación de los pequeñitos?¿Puede imaginarlo?
Ahora que puede retomar contacto con su realidad, dese cuenta de lo bueno que es ser como usted es y tome la decisión de entrenarse en la imaginación para que su comunicación en familia sea sensata, amorosa y cada vez más cordial y alegre y una vez que cierre los ojos y haya ensayado sus nuevas maneras de comunicar en familia, tome la decisión de perseverar hasta que este tipo de comunicación sea lo normal y produzca comunicaciones felices, divertidas e instructivas y de esta manera habrá dado el primer paso hacia una comunicación verdaderamente inteligente y amorosa en su hogar, nos vemos en el artículo de mañana.
Preguntas vivenciales: ¿Qué es lo que le gustó del presente artículo? ¿Cuál es la idea que más le ha llamado la atención?
Palabras del autor: “Imponga el amor y el buen trato en su hogar y lo demás llegará por añadidura”
Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de veintidós días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.
Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema, llame a los teléfonos del encabezado desde las 8.30 de la mañana (2488284 – 72513317), los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.
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