“¿Tiene usted vida espiritual?” le decía a un amigo que estaba hundido en la negatividad, en el desaliento y en la falta de trabajo y solo atinó a mirarme sin comprender la pregunta que le estaba haciendo; su dolor era tan grande que en su mente solo había negatividad, desaliento y un mundo terrorífico que él percibía y le hacía experimentar el infierno del estrés extremo y de la negatividad auto-alimentada.
Cuando se ha caído en el círculo vicioso de la negatividad, todas las visiones sanas, fuertes y positivas se desvanecen y uno solo puede ver lo negativo, lo peor, la amenaza constante, el temor multiplicado por mil y así, sencillamente, no se puede vivir, ¿verdad que sí?
Le pedí a mi amigo que aceptara repetir por diez minutos sin interrumpir con sus quejas ni comentarios las siguientes palabras:”Hay mucho dolor en mi vida” y comenzó a repetirlas, al cabo de unos minutos comenzó a bostezar, luego fueron saliendo algunas lágrimas y finalmente la descarga se produjo, una gran parte del material negativo había salido y su cuerpo había conseguido soltar sus tensiones, la paz había vuelto al amigo que tanto sufría.
Después le pedí que repitiera esta otra colección de palabras inductoras:”Hay mucho dolor en mi memoria”, esta vez sintió punzadas en varias partes del cuerpo, adormecimiento en las rodillas y un dolor fuerte en el pecho, aparte de una sensación de pesadez en la cabeza; al cabo de quince minutos de repetición todas esas sensaciones se habían expresado y luego habían desaparecido en un gran porcentaje y al cabo de unas horas, desaparecieron por completo.
La última oración inductora que le di fue la siguiente:”Todos los dolores de mi cuerpo” y esta vez sintió oleadas de dolor que bajaban desde su pecho hasta sus piernas y al cabo de quince minutos de repetición, todo su malestar había salido de su cuerpo y solo le quedaba una sensación de cansancio que provenía del trabajo mental y verbal que había realizado.
La cantidad de dolor que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida es tan grande que bien vale la pena tomar la decisión de practicar la regresión de descarga todos los días, cuando menos por un período de dos o tres meses y ver y comprobar la diferencia en la calidad de vida que obtenemos con la práctica de la regresión de descarga.
Podemos descargar nuestros dolores acumulados tanto físicos como emocionales, podemos descargar todos los temores que hemos ido acumulando durante toda nuestra vida, podemos descargar todas nuestras sensaciones de malestar, podemos descargar “flojeras” y cualquier sensación de negatividad o de ansiedad a condición de ir descargando cada día solo una pequeña cantidad y con el correr de los días podrá notarse la cantidad enorme de sensaciones negativas y dolorosas que se han podido eliminar de nuestro mapa del mundo y de nuestra memoria en general.
Pruebe a practicar su regresión durante treinta días, diez minutos al día como si fuera parte de una práctica de su vida espiritual y juzgue por sí mismo, nos vemos en el artículo de mañana.
Reflexión:”¿Cuál es el plan que usted tiene para su vida?
Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de veintidós días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.
Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema, llame a los teléfonos del encabezado desde las 8.30 de la mañana (2488284 – 72513317), los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.
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