viernes, 26 de octubre de 2012

“Hablar sin pensar es como disparar sin apuntar”


Este proverbio es apropiado para el tema de hoy. ¿Quién no ha recibido alguna vez una torpeza o grosería de alguien? Una cajera que te ignora, un conductor que te insulta, el amiguito de tu hijo que se portó mal o el jefe que te llamó la atención frente a tu cliente. ¿Cómo responder a estas actitudes de rudeza? Estar preparado es la mitad de la solución frente a cualquier problema, toma estos ocho simples consejos para que nunca estés desprevenido frente a un acto de grosería.

1. No lo tomes en forma personal. No personalices una torpeza; lo más seguro es que aunque esté dirigida a ti no es siempre sobre ti.

2. Tranquilízate. Cuenta hasta 10 o hasta 20 si quieres, pero mantén la calma. Debes responder con calma, en forma serena. Un mal comportamiento aumenta el mal comportamiento.

3. No respondas. Visualiza, reflexiona y prevé. Nunca debes responder a una grosería con otra grosería. Ni con amenazas ni con sarcasmos, trata más bien, de sugerir la búsqueda de una solución.

4. Pide de buena forma. Una torpeza puede volver a repetirse; no permanezcas callado, pero pide de buena forma: “Te agradecería ya no decir más cosas que pueden herir” o “Le agradecería que de ahora en adelante sea más cuidadoso con lo que vaya a decir pues puede lastimar”.

5. Prevé una situación. Asegúrate de anticipar una situación difícil. Como ejemplo, si tienes como invitado aquél que acostumbra a decir groserías, llámalo y pídele que deseas tener tu reunión en paz y que todos disfruten; si podría abstenerse de sus comentarios a fin de no ofender o avergonzar a nadie. Todos los demás te lo agradecerán.

6. Ofrece ayuda. El comportamiento grosero proviene de diversas fuentes (depresión, stress, enfermedad, inseguridad, etc.). Tal vez, lo más prudente sea preguntarle a la otra persona si ha estado estresada y cómo ayudarle.

7. Abstente de discutir. Discrepa ante una grosería pero no discutas. Utiliza cortesías como: “Me temo que no estoy de acuerdo”; “Me gustaría tener la certeza que tienen ustedes”, etc. Si finalmente te vez atrapado y en una discusión que se torna irracional, tienes que saber cuándo terminar.

8. Muestra simpatía. Estudios señalan que las personas simpáticas o las que “caen bien” son menos propensas a recibir torpezas; así que procura caer simpático a los demás. Puedes quedar bien con alguien, elogiando su trabajo, por ejemplo.

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