domingo, 5 de agosto de 2012

EL DESEO DEBE SER FUERTE


El yogui Ramakrishna ilustra, con una parábola, la intensidad del deseo que necesitamos tener:
El maestro llevó al discípulo cerca de un lago.
- Hoy te voy a enseñar lo que significa la verdadera devoción -dijo.
Le pidió al discípulo que se metiera con él en el lago, y tomando la cabeza del joven, la hundió debajo del agua.
Pasó el primer minuto. A mitad del segundo minuto, el joven ya se debatía con todas sus fuerzas para librarse de la mano del maestro y poder salir a la superficie.
Al final del segundo minuto el maestro lo soltó. El joven, con el corazón descontrolado, se levantó, jadeando.
- ¡Usted quiere matarme! -gritaba.
El maestro esperó a que se calmara, y le dijo:
- No deseaba matarte -porque si lo hubiera deseado, ya no estarías aquí. Quería nada más saber lo que sentiste mientras estuviste debajo del agua.
- ¡Sentí que me moría! ¡Todo lo que deseaba en la vida era respirar un poco de aire!
- Es exactamente eso. La verdadera devoción sólo aparece cuando no tenemos más que un deseo, y si no podemos realizarlo, morimos.

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