El doctor José Silva, en el curso de su maravillosa labor creó e ideó ese lugar ideal, adecuado para crear, enmendar y corregir y le llamó "el laboratorio mental".
En este lugar de la mente creado por la imaginación, podemos cambiar y corregir los hábitos indeseables, las comunicaciones defectuosas que siempre hacen renegar y, sobre todo, podemos corregir nuestras propias reacciones y nuestras actitudes negativas resultantes de las mismas. Todo esto con un simple acto de imaginar una habitación a la cual llamaremos "nuestro laboratorio" que tendrá una pantalla grande, dos consejeros detrás de usted, un hombre y una mujer, una imagen suya recostada en una camilla que simbolizará el estado de relajación y de paz interior; en este lugar usted corregirá toda situación desagradable de su vida y culminará siempre viendo con los ojos de la mente, la escena mental perfecta que quiere que se realice en su vida.
Podemos enmendar la tendencia de nuestra comunicación hogareña de ir hacia lo negativo y corregirla en unos breves instantes que dura la visualización y, de esta manera, lograr reconducir la línea de la comunicación hacia el camino correcto que es el camino de la positividad y de la buena actitud.
Las tendencias al mal humor también pueden corregirse porque las mismas son hábitos inconscientes que son un castigo para la misma persona que tiene mal humor y para su entorno familiar. Podría decirse que todo malhumorado o malhumorada es una vergüenza para la familia pues la persona malhumorada sólo muestra su bajo nivel de inteligencia y el estado de ignorancia en el que vive Los malhumorados son encantadores con otras personas con las cuales tienen un interés personal, por lo tanto, su malhumor es solo una forma de ingratitud hacia el Ser Supremo cuya inteligencia infinita pone a disposición de toda persona a otras personas para que le sirvan y atiendan con la simple y única condición de que aprendan a volar con sus propias alas y logren tener éxito en sus vidas.
Todos los errores y falencias comunicativas se pueden corregir con un simple acto visualizativo donde redirigimos la fuerza del inconsciente que sólo cumple nuestra voluntad a través de programas antiguos o a través de las visualizaciones que de aquí en adelante serán voluntarias y ya no meros automatismos que nos producían dolor y estancamiento relacional.
Para finalizar, sería bueno que nos quedemos con la idea del lugar para crear: nuestro laboratorio mental que usaremos todo el día, en todo momento y para todas las acciones y actos en los que necesitemos tener éxito vivencial, didáctico y existencial.
Palabras del autor:”En el inconsciente está toda la excelencia que puede dar calidad y positividad a cada ser humano”.
Nota Importante**: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de doce días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales de concentración y con las habilidades corporales que se aprenden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario