viernes, 29 de junio de 2012

LA VERDADERA IMPORTANCIA


Jean paseaba con su abuelo por una plaza de París. En un determinado momento, vió un zapatero que estaba siendo maltratado por un cliente, cuyo calzado presentaba un defecto. El zapatero escuchó calmadamente el reclamo, pidió disculpas, y prometió enmendar el error.
Pararon a tomar un café en un bistró. En la mesa de al lado, el camarero le pidió a un hombre que corriese un poco la silla, para hacer espacio. El hombre irrumpió en un torrente de quejas, y se negó.
- Nunca olvides lo que has visto -le dijo a Jean su abuelo. -El zapatero aceptó el reclamo, mientras que este hombre junto a nosotros no quiso moverse. Los hombres útiles, los que hacen algo útil, no se incomodan por ser tratados como inútiles. Pero los inútiles siempre se juzgan importantes, y esconden toda su incompetencia detrás de la autoridad.

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