miércoles, 30 de mayo de 2012

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“Simplemente la quiero a mi mamá, y repito lo que dicen los poemas, ‘mi madre es la mejor del mundo, no hay nadie como ella’. No sé cuándo nació ese amor filial, si desde cuando estaba en el vientre o desde que comencé a tener uso de razón. Pienso que ambas cosas se conjugan, porque el cuidado de una mamá a sus hijos viene desde el instante de la concepción, y se va multiplicando. Ahora yo soy madre, y entiendo esa razón”
Mariela Vásquez R.

“No conocí a mi padre, pero mi mamá me dio tanto cariño que podría decir con absoluta seguridad, en mi niñez no lo extrañé, aunque quería ser igual que los demás muchachos, con papá y mamá juntos. Entonces, lo que aquí resalto, es aquella capacidad que tiene la mayoría de las mujeres (me gustaría decir todas, pero no es así) para criar a sus retoños, sentirse madres, sentirse realizadas...”
Gustavo Poiquí (Hoy padre de familia)

“Ante la proximidad del Día de la Madre recuerdo las aflicciones y ternura de mi mamá cuando era niño. Sus afanes para organizar la celebración de mi cumpleaños, la rapidez con que hace todas las cosas de la casa. Limpieza, transformación de todo lo crudo en cocido (la comida), lavado y planchado de la ropa, estar pendiente que retorne de clases o de alguna fiestecita.
Como pareciera que ella lo hace todo tan fácil, con esa su sencillez y franqueza para decir las cosas, cuando no hacemos lo que deberíamos hacer, en un par de minutos pasamos de príncipes a inútiles o flojonazos, eso de lo que más admiro de mi madre. Y es que pareciera que ella nunca se cansa, entonces ¿Cómo no quererla? Además, ¿para qué buscar razones de por qué la quiero a mi madre? Es nada más como dice la canción de Leo Dan y el mexicano. “Y es que la quiero, la quiero y la quiero…”
Con el agradecimiento por la vida que me dio y el amor maternal que con seguridad me seguirá prodigando.
Winston Ángel Coimbra Parada

“Aprendí a querer a mi mamá, con mayor intensidad, viendo su sacrificio para criarme, educarme, sintiendo sus cuidados cuando me encontraba enferma. Hoy ya soy profesional, y al mirar hacia atrás, comprendo con más amplitud lo que es ser madre, y cómo debo ser yo cuando llegue a tener mis retoños”.
Ing. Patricia Algarañaz R.

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