viernes, 4 de mayo de 2012

Activa tu intuición

Todos poseemos eso que llamamos intuición. Ese rayo de luz que nos llega en un instante cuando vemos o estamos en una situación especial en la que tenemos que tomar una decisión importante. Es algo que nos llega sin tener que razonar ese conocimiento que nos sale de adentro. Le podríamos llamar también instinto o sentimiento. Esta función del instinto está ligada estrechamente al subconsciente pero en realidad surge de una fuerza mayor dentro de nosotros, el alma.

La intuición es la manera en la cual el ser humano percibe la realidad. Nuestro ser intuitivo, por lo tanto es el más elevado. Mediante nuestra intuición podemos percibir las acciones de nuestra personalidad mental y espiritual en el mundo y a su vez ser espectadores de las experiencias de la vida según se van dando.

Nuestra intuición nos ayuda a entendernos y a comprender nuestro propósito en la vida y también nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad. Llamamos intuición a eso que se despierta de diferentes maneras, en cada uno de nosotros.

Prestando atención a la misma podemos irla desarrollando. He aquí unos pasos a seguir que nos servirán de ayuda para desarrollar al máximo nuestra intuición y de esta manera sacar el mejor provecho a la misma especialmente cuando nos vemos ante problemas difíciles en nuestras vidas.

Es importante crear un lugar especial, se podría decir un tipo de altar o lugar sagrado donde podamos estar en paz, rodeados de velas, incienso y música suave.

Es aquí donde nos vamos a relajar o a meditar llevando a cabo ejercicios básicos de respiración profunda.

Una forma de despertar nuestra intuición es por medio del sentimiento claro, transparente o sea cuando recibimos información por medio de algo que sentimos que se manifiesta en nuestro cuerpo físico. Es como una reacción involuntaria que sacude el cuerpo físico, algo que nos toca el alma.

El yo intuitivo se puede comunicar contigo creando en tu cuerpo sensaciones de calor, frío, nerviosismo, etc., y son a estas sensaciones a las que debemos ponerle suma atención. Por medio de este “sentir” podemos intuir o entender el dolor, la alegría, el miedo y es por esto que muchas veces, cuando estamos junto a otras personas negativas o depresivas nos sentimos cargados de negatividad o por el contrario si estamos junto a alguien alegre nos contagiamos de esa alegría.

Esta habilidad de sentir o presentir, te alerta cuando tú sientes que una situación en particular es peligrosa y así te alejas o te proteges de la misma.

Otra manera de desarrollar la intuición es mediante el sentido auditivo. Escuchando atentamente. Cuando nos escuchamos cuando ponemos atención a nuestra voz interior, advertimos que hay un mensaje para nosotros. Aquí se puede integrar la telepatía o la comunicación mental. A cuántos nos ha pasado que estamos pensando en alguien y de momento suena el teléfono, tocan la puerta o recibimos un correo de parte de esa persona. Se impone que para que desarrolles tu intuición lleves a cabo ejercicios que te motiven a hablar y expresar tus verdaderos sentimientos.

La vista es otro de nuestros sentidos que nos lleva a desarrollar nuestra intuición. Podemos, si nos lo proponemos, desarrollar la habilidad de percibir la verdad por medios visuales. Es aquí donde vemos visiones, imágenes, símbolos, sueños, etc. que guardan o contienen un mensaje muy significativo cuando los interpretamos.

Centrando nuestra atención en lo que percibimos podemos ver más allá de nuestros ojos físicos. Podemos percibir lo invisible y lo visible. Si desarrollamos nuestro sentido visual, seremos capaces de percibir o ver patrones en las vidas de otras personas como lo serían sus relaciones o los eventos que les van a acontecer.

El saber, el estar en la completa seguridad de que algo es de la manera en que lo presentimos, es otra forma de lo que llamamos intuición. Cuando algo así nos pasa debemos estar preparados a actuar en el momento que se nos ha revelado ese sentimiento de seguridad, de saber, sin duda alguna, que lo que presientes es la verdad. Cuando nos permitimos funcionar a este nivel de percepción intuitiva, comenzamos a desenvolvernos en un flujo continuo de experiencias creativas como lo son la confianza, la comunión y el sentido de pertenecer, de ser uno con la Creación. Es aquí donde nos convertimos en seres iluminados en donde sabemos que todo lo que existe, lo que ha existido y que existirá esta accesible en nuestra consciencia si la despertamos.

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