viernes, 16 de marzo de 2012

El valor del perdón

¿Por qué a veces resulta difícil perdonar a alguien? ¿Tan imperdonable era lo que nos han hecho? ¿O es porque me he aferrado a recuerdos negativos por pensar constantemente en ellos?
Liberarse del pasado es el primer paso para un perdón completo. Puedo dejar pasar si me doy cuenta de que las palabras y los actos de los demás son respuestas desde sus propias creencias y responsabilidades; no de las mías.
El perdón es una expresión de amor. Nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.
Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó, simplemente es dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado.
La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.
Perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.
La declaración del perdón es la clave para liberarte.
Con qué personas estás resentido? ¿A quién no puedes perdonar? ¿Sos infalible y por eso no podés perdonar los errores ajenos?
Perdoná para que podás ser perdonado.
Recordá que con la vara que medís serás medido.
El perdón es de almas grandes. Perdonemos…
(Enviado por Carlos Pizarro)

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