martes, 27 de diciembre de 2011

Dile no a la depresión

Llama la atención sobre el estado de ánimo que se desarrolla en éstas fiestas navideñas, época del año que guarda mucha similitud con la depresión que todos conocemos. En principio, cumple todas las características de una depresión común, la persona se encuentra triste y melancólica durante las fiestas navideñas, tiene una visión negativa de lo que la rodea y cualquier actividad le resultará complicada de llevar a cabo.

Generalmente las personas que se encuentran en este estado no se encuentran con el espíritu que rodea a estas fiestas y por supuesto la persona estará completamente fuera de lugar.

Dentro los factores principales que llevan a estas personas a sentirse así, pueden ser los siguientes:

- Recuerdos de seres queridos: Personas que han fallecido, que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Sabemos que la muerte es un hecho inevitable, pero en la mayoría de las ocasiones nunca se está lo suficientemente preparado como para poder afrontar, y luego superar, la muerte de un ser querido. La realidad es que se echa de menos a esta persona y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ellos, puesto que no pueden repetirse, el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de fiesta, focalizando toda su atención en ese acontecimiento o en esa persona que falta y no es capaz de ver el resto del ambiente, como otros familiares que sí están con ella, otras situaciones nuevas y positivas, entre otras.

Recuerdos:

Pueden aparecer recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para afectar el presente.

- Personas que se encuentra lejos de casa: Persona que viven o trabajan en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo.

- La falta de recursos económicos: Es un problema que pasan muchas familias en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse.

¿Qué hacer para estar mejor?

- Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable: Rememora las cosas positivas de esa persona. ¿Qué cosas aportaba esta persona en estas fiestas? Piensa sobre todo si son niños, hazles ver con alegría el recuerdo de esta persona y no trates de ocultar tus sentimientos. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.

- Hecha mano de los tuyos para superar los malos momentos: Hablar y expresar tus sentimientos te ayudarán a sentirte mejor, además muchos de tus pensamientos serán extremadamente negativos, si los compartes tienes posibilidades de que alguien te ayude a desmontarlos y a que veas la parte positiva. Recuerda que muchas familias tienen problemas que resolver y que no eres el único, intenta aceptar tu realidad y aprovechar las fiestas para desconectar un poco del día a día. Cuando se acaben todo seguirá igual estés triste o no, tu estado de ánimo no ayuda a mejorar la situación, todo lo contrario. Recuerda que la Navidad es solo una fecha en el calendario y que cada persona le da el significado que ella quiere.

- Aprovecha los momentos bajos para estar contigo mismo y relajarte: Si lo consigues saldrás con energías renovadas, busca la serenidad en los pequeños detalles, un baño caliente, un té a media tarde, una película alegre por la noche. Plantéate toda tu situación como si la estuvieras viendo desde fuera, como si fueras un espectador que está mirando una obra de teatro. Analiza toda la situación y valora cuanto de negativo hay en ella y cuanto de positivo, intenta no caer en la trampa de focalizar toda tu atención en los puntos negativos, busca más allá e intenta localizar algo bueno, seguro que lo encuentras.

- Aprovecha tus recursos y sé creativa: Una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.

Tengamos presente que no existe la Navidad ideal, solo la Navidad que cada uno de nosotros decida crear como reflejo de nuestros valores y deseos.

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