miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Rebelate! Sé feliz a tu manera

Un día escuché el fragmento de una canción que dice: “Si yo acerté... o si fallé, eso lo hice a mi manera”.
Eso me hizo reflexionar lo siguiente: Al pensar en el pasado recuerdo que cometí muchos errores. Tuve bastantes aciertos pero también me equivoqué. Para el futuro, estoy seguro que seguiré acertando y equivocándome. La verdad es que no aprenderíamos nada si todo sale bien.


Un día, un familiar me juzgó por una decisión equivocada que tomé tiempo atrás. Respondí que no me arrepentía. Le expliqué que en ese momento mi actitud me parecía lógica. Si hubiese tenido el conocimiento necesario, posiblemente habría sido diferente, pero no lo sabré nunca.


Por eso te digo a vos que estás leyendo estas líneas: no te torturés por un error del pasado. Tal vez elegiste a la persona equivocada para casarte. A lo mejor te fuiste de una buena empresa para terminar en otra peor. O quizás una hija embarazada que se fue de la casa. No importa lo que sea. ¡No te torturés!
Tras que tomés conciencia de dar cambios, ¡hacelo!


Si te sentís culpable, ¡perdonate!, y comprendé que actuaste así porque en ese momento la ocasión lo requería, no vayás más allá.
Tomá atención a esta historia: Un pescador llegó a la playa de madrugada y encontró una bolsita llena de piedras. Comenzó a lanzarlas al agua, una a una. Según las botaba llegaba el día, y cuando iba a tirar la última, vio que era una piedra preciosa.


Muy arrepentido, le contó a un amigo. La respuesta fue:
–Pensá que todavía te queda la última piedra.


Moraleja
Hay personas que se pasan la vida reprochándose y martirizándose por lo que hicieron o dejaron de hacer. Critican fuerte sus errores. Si sos una de esas, hay un mensaje para vos: Asumí tus errores como aprendizajes. Aún tenés muchas piedras preciosas en el corazón, hartos momentos mágicos que vivir y muchos errores que cometer.
Aprovechá tus oportunidades, disfrutá plenamente la vida, y si de repente creés que estás equivocado, pero creés en vos mismo, y decidís dar un cambio de rumbo, entonces: cambiá y rectificá, pues esos son regalos del Padre Universal para vos: libre albedrío, capacidad de rectificar y aprender. ¡Rebelate! ¡Luchá contra las adversidades! ¡Sé feliz a tu manera!
(Recibido por Internet)

No hay comentarios:

Publicar un comentario