viernes, 13 de mayo de 2011

Aprende a sobrellevar sus días difíciles

Los dos en la sala, frente al televisor. Empiezan los comerciales y da uno de margarina donde una mamá sonriente unta el pan de los niños. Entonces, tu novia se pone a sollozar y dice: “Es verdad, sólo la familia te da su amor”. Luego abraza al perro y le jura que nunca lo abandonará. Está claro: tu novia se encuentra en esos días difíciles del mes.

Si hay algo que pone a las mujeres de cabeza es la menstruación, que consiste en la pérdida de sangre por la vagina desde el útero y que representa el inicio del ciclo sexual femenino, con la debida descompensación hormonal. A algunas apenas les viene alguna molestia en los días previos y pueden moverse con tranquilidad, mientras que otras se encierran en casa porque andan susceptibles y con dolores insoportables. No te creas los comerciales de toallas higiénicas: algunas van a pasarla realmente mal.

¿Cómo comportarse?
Por sus dolores y estado hormonal poco podrás hacer. Lo importante en este período es la comprensión, sugiere Paola, de 27 años. “Jamás admitiremos que estamos en esos días con facilidad, menos si te pregunta tu novio en medio de una discusión. Parecería una excusa. Y no nos gusta que nos vean frágiles cuando menstruamos, pero deberían saber que no todo lo que hacemos en ese tiempo sale de forma consciente”, advierte.

Esto va por la irritabilidad, por ejemplo. Si tu chica de pronto se enoja de nada, no la acoses con preguntas. Ella misma, al poco tiempo, puede reconocer su situación.

¿Es igual con todas?
Para Angélica (22) es muy normal. “Sólo estoy más apagada porque me preocupa mancharme, evito correr o hacer algo que implique movimiento. A veces me dan cólicos y no es bonito: es como si sintieras un hueco en el estómago. Y cuando a una le duele la panza, no está de mucho humor”.

Una tendrá antojos raros y ganas de comer, otra no querrá verte, otra dirá que las mujeres modernas no sienten nada y otra festejará porque no está embarazada. Cada mujer es un universo. Por ello, regresamos al consejo inicial: comprensión.
Para evitar desastres en esos días, trata de mostrarte interesado en cómo se siente más que en el proceso que está atravesando. Tu interés debe ser afectivo, no científico.

Además, evita proponerle tener sexo, a no ser que ella tenga la iniciativa. Si bien es posible, a veces le puede causar dolores o, simplemente, resultarle incómodo. Pero conversando, todo se soluciona.

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