miércoles, 30 de marzo de 2011

Depresión Es un trastorno del estado de ánimo al que en épocas pasadas se prestaba muy poca atención.

La depresión es una enfermedad del cerebro, no es solamente un estado de ánimo, tristeza o un estado que la voluntad pueda controlar. Es una enfermedad tanto como puede serlo una afección renal o cardiaca. De esta manera, puede ser tratada, sin pensar negativamente que no va a salir de ello y tener pensamientos que lo lleven a la desesperación o al suicidio. La mayor parte de la gente deprimida mejora y lo supera, debido a que actualmente se tienen los recursos médicos, los conocimientos sobre las causas químicas, genéticas y psicofarmacológicas que le ayudaran a salir de este problema.


En Bolivia no tenemos estadísticas de esta afección, pero en México al menos 40 por ciento de la población económicamente activa está deprimida, de acuerdo a médicos psiquiatras del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss).Ellos refieren que de 12 a 20 por ciento de la población de 18 a 65 años de edad -más de 10 millones de individuos- están deprimidos o sufrirán algún episodio de este tipo en algún momento de su vida. Los psiquiatras reconocen que, por lo general, la depresión no es diagnosticada y mucho menos atendida con oportunidad.


Muchas veces se tiene el prejuicio de que no se va a un psiquiatra “porque no está loco” pero ya debemos pensar que el no aceptar una enfermedad o negarla no va a mejorar sus condiciones y peor la va a desmejorar o complicar. Además muchos de los síntomas iniciales de un cuadro depresivo pueden dar síntomas somáticos como dolores sin una causa conocida, problemas gastrointestinales frecuentes, o cuadros que aparentan alteraciones cardiacas.

CAUSAS
En la actualidad podemos decir que la depresión es el resultado de causas biológicas, genéticas, psicológicas y sociales que, por medio de una interacción compleja, actúan en forma nociva sobre el funcionamiento del sistema nervioso de una persona.


A su vez, cambia negativamente el pensamiento de la persona y éste a su vez afecta sus sentimientos y sus conductas. Por ejemplo, al disminuir su capacidad física por una reducción en su energía, el paciente puede pensar: "Ya no sirvo para nada o "soy un fracaso". Estos pensamientos lo harán sentirse incapaz y actuará en concordancia con dicho sentimiento. Este funcionamiento anormal en su totalidad configura la enfermedad depresiva.


La depresión puede atacar a cualquiera. Un ama de casa, un taxista, una vendedora, un hombre de negocios, un albañil, una actriz, etc. Se puede manifestar en personas maduras, sanas y equilibradas. En niños, adolescentes, adultos y ancianos. Puede aparecer en cualquier nivel de la escala económica, social o intelectual y en cualquier tipo de personalidad. Negar la depresión no la hace desaparecer.

INICIO
La tristeza o irritabilidad que invade a una persona pueden ser, en sí mismas, la esencia de la depresión. Sin embargo, algunos pacientes pueden no presentar tristeza, pero sí incapacidad para disfrutar las cosas o situaciones que le solían provocar placer o agrado. Es común que todos, en algún momento, hayamos experimentado sentimientos de tristeza. Pero cuando este estado de ánimo persiste intensamente por más de dos semanas e interfiere con el curso de la vida normal, puede tratarse de una verdadera depresión. Aun cuando la persona reconozca lo anormal de sus sentimientos, sabe que "algo anda mal".

PRODUCE SUFRIMIENTO MENTAL
El paciente presenta sentimientos derrotistas, desvalorización de la propia personalidad, intensa culpabilidad, sentimientos de ira y temor. Es decir, tiene una visión negativa de sí mismo, del mundo, de los demás y del futuro. El sufrimiento mental también puede expresarse a través de un estado de agitación y desesperanza (que puede llegar a ideas de muerte o de suicidio).
El que padece de este mal con frecuencia suele desear no haber nacido o no despertar más.
La depresión se acompaña con frecuencia de diversas quejas físicas, dolores, fatiga, mala digestión, mareos, etc., o bien, preocupaciones excesivas sobre el funcionamiento corporal. Estos malestares no configuran en sí mismos patologías específicas. Por lo que los estudios clínicos y de laboratorio suelen ser reportados como normales

DIAGNÓSTICO
La presencia de estos síntomas indica un cambio en la conducta previa y se presentan por un mismo periodo de dos semanas o más:

- Estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día y casi todos los días.

- Disminución notable de placer o interés en situaciones que solían causarlo.

- Aumento o pérdida significativa de peso (sin estar bajo ningún régimen alimenticio).

- Aumento o disminución de apetito.

- Insomnio o sueño excesivo.

- Agitación o enlentecimiento.

- Fatiga y pérdida de energía.

- Sentimientos excesivos o inadecuados de inutilidad o culpa.

- Disminución de la capacidad para pensar y concentrarse.

- Ideas de muerte o suicidio recurrentes.
Si usted reconoce cinco o más de los síntomas antes mencionados, no dude en acudir con su médico familiar que esté calificado con estos temas o con un médico psiquiatra, quienes le proporcionarán la ayuda necesaria y lo orientarán.

TRATAMIENTO
La depresión es una enfermedad biológicamente determinada. Es un desequilibrio bioquímico del cerebro en el que participan dos neurotransmisores: serotonina y norepirefrina y otros. No es una situación pasajera que se pueda resolver solo con la voluntad.
Se requiere de un tratamiento farmacológico que ayude a la persona a recobrar el equilibrio en el funcionamiento de los neurotransmisores.
Y es que la vida está llena de penas y problemas que favorecen la manifestación del trastorno, como pueden ser la pérdida del empleo, las peleas con la pareja, la falta de oportunidades en la vida, entre otros.
En la mayoría de los casos se debe administrar algún fármaco que ayude al cerebro a recobrar el equilibrio en el funcionamiento de los neurotransmisores.
El tratamiento debe ser iniciado por un especialista psiquiatra, quien está debidamente calificado para estos tratamientos.
Hay diversas clases de antidepresivos que deberán ser usados de acuerdo al tipo de depresión, y para eso se cuenta en el momento con una variedad de medicamentos conforme a la idiosincrasia del paciente.
Debemos enfatizar que ningún medicamento antidepresivo produce adicción o acostumbramiento.
Solo dependerá del tiempo de utilización de acuerdo nuevamente, a la clase de depresión y al diagnóstico preciso que se tenga.

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